Posted on: 14 mayo, 2019 Posted by: Anzaldo Comments: 0

La historia detrás del PTU

El mes de mayo para las empresas y, el mes de junio para las personas físicas empresarias, son los meses en que tienen la obligación de pagar a sus empleados la participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas (PTU), siempre y cuando se determine una renta gravable de conformidad a lo establecido en el artículo 9° último párrafo de la Ley del Impuesto sobre Renta (LISR).

Más allá de la mecánica para distribuir la utilidad repartible, que establece que se dividirá en dos partes iguales:

  1. La primera se repartirá por igual entre todos los trabajadores, tomando en consideración el número de días trabajados por cada uno en el año, independientemente del monto de los salarios.
  2. La segunda se repartirá en proporción al monto de los salarios devengados por cada uno de los trabajadores durante el año.
¿Te has preguntado cuál es su origen histórico?

El derecho a la PTU nació como una manera de retribuir el esfuerzo realizado por los trabajadores para con la empresa. Observando la más elemental justicia social, para compartirles parte del éxito económico de su fuente de trabajo.

El PTU ha sido una figura emblemática de la Ley Federal del Trabajo que representa el reconocimiento de los derechos laborales de los empleados obtenidos el siglo pasado. En México, encontramos su fundamento legal en los siguientes ordenamientos:

  1. Nuestra Constitución en su artículo 123, apartado A, fracción IX.
  2. En la Ley Federal del Trabajo es su Capítulo VIII “Participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas”.

En Latinoamérica, los principales países que la tienen como obligatoria legalmente son: México, Chile, Perú, Venezuela y Brasil.

En hora buena para aquellos afortunados que la estarán recibiendo por estos próximos días…

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