Posted on: 21 septiembre, 2017 Posted by: Anzaldo Comments: 0

Sabes cómo formar tu equipo de trabajo

Sabes cómo formar tu equipo de trabajo

Crecer rápido o crecer de manera sólida. Éste es el dilema en muchas empresas jóvenes. Cuenta con un grupo de profesionales desde el inicio y, tiempo después, amplía la planilla para construir un grupo sólido que impulse el crecimiento de tu empresa. No lo dejes a la suerte y analiza los siguientes aspectos para tomar una decisión más acertada.

¿Cuánto presupuesto tengo?

Investiga en el mercado cuánto se paga por las actividades laborales que solicitas, pero no te limites a ello. La página de contabilidad en la nube, Freshbooks, menciona que las prestaciones, vacaciones o tiempo de recuperación por enfermedad pueden elevar el costo de un empleado entre una cuarta y una tercera parte adicional a su salario base. Si no puedes cubrirlo, considera añadir colaboradores de medio tiempo, freelance o practicantes a tus filas.

¿Cuánto personal necesito para cambiar una bombilla?

Si se trata de tareas sencillas que puedes aprender, sin que ello interfiera con tus actividades, considera tomar un curso. Aprovecha plataformas como Coursera, donde puedes tomar capacitación de manera gratuita (aunque la certificación tiene costo). Por el contrario, existen áreas funcionales de las que no debes prescindir. Karina Alcaraz, Section Manager de la reclutadora Hays México, considera que algunas son éstas: Recursos Humanos, Contabilidad y Finanzas, Tecnologías de la Información y Marketing.

¿Realmente sé para qué estoy contratando?

Es sencillo deducir si necesitas un abogado, un contador o un mesero, pero también debes tener claras las tareas específicas que deberán realizar y sus objetivos. Es un gran error comenzar a buscar a tus colaboradores sin tener claro su perfil. Alcaraz recomienda identificar las expectativas sobre cada posición y el rol que va a desempeñar quien ocupe ese puesto, para poder filtrar a los candidatos. Por ejemplo, “si necesita saber inglés porque viajará al extranjero”.

¿De qué árbol crece el talento que necesito?

Cuando se trata de directivos, es mejor buscar asesoría o contratar una empresa reclutadora, pues tienen una cartera de candidatos bastante amplia y es más fácil que hablen el mismo idioma de un contador. Por ejemplo, para atraer talento junior es adecuado acercarse con directores de carrera, así como hacer concursos en universidades.

“A veces la concepción es que si se contrata a un joven hay que invertir tiempo dinero y esfuerzo en enseñarle la operación del negocio y es cierto; sin embargo, son más las ventajas, como: entusiasmo, ausencia de vicios laborales, conocimientos actualizados o capacidad de adaptación”, nos comparte Alejandra Vera, Gerente de Relaciones Públicas del sitio de búsqueda de empleo OCCMundial.

¿Están mis candidatos dispuestos a ponerse la camiseta?

Más de la mitad de los reclutadores consideran de gran importancia la compatibilidad entre el candidato y la cultura empresarial; de acuerdo con el estudio Recruiter Nation Report, realizado por la empresa de software de empleo Jobvite. Además, la especialista de Hays, sugiere “tener clara tu cultura, tus valores y las necesidades de tu organización y los objetivos que deberán cuplir estas personas en sus puestos”. Dentro de lo posible, realiza más de una entrevista para definir si es el candidato adecuado.

¿Cómo sabré si un postulante es bueno?

Antes de contratarlo revisa que cumpla con tus requerimientos y tenga las habilidades necesarias. Luego, realiza contratos por tres meses como prueba, cuenta con planes de evaluación y plantea objetivos medibles y claros. Si no lo haces así, “tendrás mayor rotación”. Recuerda que tener rotación en el mismo puesto causa inestabilidad en el resto del equipo. “Antes de aventarte y traer a alguien que no te va a funcionar, ten muy claro los aspectos a evaluar para que no haya sorpresas”, dice Karina Alcaraz.

¿Qué hago si no dan el ancho?

Haz ajustes durante el periodo de prueba; sin embargo, no debes aplazar el término de la relación laboral cuando es inevitable, porque te saldrá más caro a la larga. No importa si ya le invertiste capacitación, esfuerzo y recursos de tu empresa. Si es alguien quien no entrega resultados, déjalo ir.

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